En un juego que desde el análisis previo se planteaba como complicado, San Lorenzo sacó a relucir su mejor versión y logró, por primera vez desde que es puntero, ganar un partido sacándole una buena diferencia a su rival, y jugar los mejores noventa minutos del campeonato. Esta vez, no hubo que sufrirlo el final, el ciclón se aseguró los tres puntos y después manejó la pelota. Hasta el final, se apiadó de un confundido Racing para que la goleada no fuera mayor. Cuadro de honor para el ciclón!!!
La historia de San Lorenzo no les permitiría a sus jugadores jugar de otra forma, defender los colores sin dejar hasta la última gota de sudor, ir a pelear cada pelota como si estuvieran librando una batalla, ser inteligente y usar esa inteligencia para explotar las virtudes propias y los defectos ajenos, y saber cuando es el momento de levantar campamento para guardar fuerzas para otra contienda. Por todo esto San Lorenzo, contra todos los pronósticos sigue siendo el líder del torneo.
Este equipo, muchas veces castigado por la verba de los rivales de turnos y los medios periodísticos (que no conocen en absoluto la historia de San Lorenzo), tiene muchas cualidades de otros equipos históricos del ciclón y eso no muchos lo supieron ver. Este “matador” versión 20007 se puso la pilcha de equipo aguerrido (mimetizando en camboyando) cuando hubo que ganar puntos corajeando en canchas dificilísimas, se contagió la fe del inolvidable conjunto del “bambino” Veira para resurgir con hidalguía en momentos complicados, se vistió de gala emulando a los carasucias con las gambetas y los lujos de sus más desfachatadas figuras, y por sobre todo se parece en mucho al equipo del ingeniero Pellegrini, (aunque este no despache contundentemente rivales como el último campeón santo), porque supo afianzar un grupo de jugadores que piensa en función del equipo y que se adaptan a cualquier posición en el campo con la única finalidad de perseguir el objetivo.
Este equipo pudo quitar (por lo menos por unos días) las dudas de quienes fueron y son escépticos respecto de lo que puede dar San Lorenzo, frente a Racing la parada era complicada, porque los de Avellaneda venían de levantada, y alrededor del ciclón se había creado un manto de dudas, que se disiparon rápidamente en los primeros minutos del clásico. San Lorenzo ganó, gustó y goleó tal cuál lo marca los libros de fútbol, pero logró algo más importante, pudo empezar de mostrarle al mundo ajeno a la intimidad de San Lorenzo lo que nosotros supimos desde el principio, que este es un equipo durísimo, que para ganarle hay que matarse en la cancha, y que aprovecha a la perfección los momentos de los partidos. Esa fue la fórmula de un San Lorenzo que recién en la 16º fecha pudo empezar a despejar los fantasmas.
lunes, 28 de mayo de 2007
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