Su nombre fue uno de los más escuchados a finales de 2006, y se convirtió en una de las promesas más importantes del club. La necesidad urgente de conseguir resultados, y la gran cantidad de jugadores de experiencia con los que comparte la posición lo han relegado a esperar por un lugar en el equipo, pero su buena incursión en primera división, en aquel heroico empate sobre la hora frente a Vélez le trazaron un futuro importante. Hoy Maximiliano Cipillone espera paciente y sueña con poder jugar y conseguir cosas importantes con San Lorenzo.
Este mediocampista derecho llegó al club de Boedo de la mano de Gabriel Rodríguez en 1998 y enseguida se incorporó a las divisiones infantiles (en ese entonces comandadas por el ex entrenador de las juveniles cuervas) donde transito un camino muy importante hasta llegar a ser convocado para ser parte del plantel profesional.
“Llegue a los 11 años, venía de Boca, club donde me habían dejado libre, me probé y enseguida empecé a hacer la pretemporada. Este es el décimo que estoy en San Lorenzo”, cuenta el oriundo del oeste del gran Buenos Aires.
El presente es promisorio, pero el camino hasta llegar hasta aquí también lo fue ya que tanto en infantiles como en juveniles integró buenos planteles, tuvo la chance de dar dos vueltas olímpicas, y de acceder a su sueño junto con varios de sus compañeros: “Teníamos buenas categorías y por eso tuvimos la oportunidad de llegar varios de los que estábamos. Por ahí antes no se le daba mucha bolilla a los chicos, pero gracias a Dios, de la 85 y 86 subieron muchos a primera división”, recuerda.
¿Cuáles son tus características como jugador?
Generalmente puedo jugar de volante o lateral por derecha, soy un jugador luchador, no tengo mucha técnica, pero cuento con lo necesario para saber leer el partido y poder jugar en ese puesto, más que nada soy muy corredor y metedor.
¿Cómo recordás tu debut?
Ese día entré un poco de nervioso y más porque íbamos perdiendo 2 a 0, pero por suerte pudimos empatar el partido y particularmente participar en el centro que termino en el gol. Lo importante es que la gente alentaba hasta último momento y le pudimos dar una alegría sobre el final.
¿Qué técnico fue el que más te marcó?
Tuve varios, pero el que más rescato es Gabriel Rodríguez, lo tuve de chiquito y me enseño muchas cosas tanto como jugador como persona, y eso lo valoro mucho. En el último tiempo resalto a Fernando Berón que también me ayudó bastante. Todos ellos me formaron como persona y como jugador.
¿Cómo es tener a Ramón como entrenador?
Lo miraba por la tele cuando dirigía a River y nunca me hubiera imaginado que me iba a dirigir a mí, es un técnico muy bueno, con una gran personalidad, esta llevando al equipo para adelante y no esta ayudando a poder salir de la situación en la que estábamos, creo que eso es lo que necesitaba el club. En realidad es un técnico ganador.
¿Cuáles son tus objetivos?
Yo quiero jugar, tratar de llevar a cabo esta carrera de la mejor forma posible, y poder pelear bien arriba los torneos que nos toquen jugar.
Sin dudas, el tiempo le regalará la oportunidad de demostrar todas sus condiciones, pero mientras tanto tendrá la oportunidad de codearse con gente con experiencia y de captar los mensajes de un entrenador con la trayectoria de Ramón Díaz para poder triunfar en un futuro cercano.
Mariana Gentile.
martes, 20 de marzo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario